Una de las herramientas imprescindibles de todo inversor es el uso del stop-loss, pero una estrategia no se basa únicamente en el stop-loss sino que abarca otros aspectos tanto o mas importantes, uno de esos aspectos es el consolidar las ganancias obtenidas.
Veamos un ejemplo: compramos 300 acciones a 10 € por acción, nuestra inversión total es de 3.000 € y nuestro stop-loss de un 10 % = 300 €uros.
Contemplamos dos escenarios posibles que el valor baje desde que lo compramos y se ejecute nuestro stop-loss con la consiguiente perdida, si seguimos la tendencia tenemos mas probabilidades de que el valor se haya revalorizado, digamos un 3 %, en ese caso vendemos 100 acciones a 10,03 € con lo que nuestro riesgo abierto se ha reducido a 170 €uros.
Si el valor sigue revalorizandose digamos un 7 % cotizando 11,02 €, vendemos otras 100 acciones con lo que ya tenemos un beneficio de 132 € , pase lo que pase con el resto de las acciones ya hemos consolidado el beneficio, y lo mas importante las acciones que nos quedan son a riesgo "0".
